Los cuidados, la salud y la once compartida
“Es una maldición que recae sobre las mujeres con más frecuencia que sobre los hombres. Los hombres quieren que la verdad sea suya, sea su descubrimiento y su propiedad”.
“Sin guerra, no habría héroes.
¿Y qué tendría eso de malo?
Oh, Lavinia, esa es una pregunta de mujer”.
Lavinia de Ursula K. Le Guin.
Las últimas sesiones de Creación de Arpilleras en el Centro de madres con la Agrupación Las Conquistadoras del saber, inicia alrededor de una mesa común, donde nos ponemos a bordar y conversar.
Retomamos nuestros encuentros luego de la pausa del feriado de las fiestas patrias. Hablamos de cómo celebramos; algunas fuimos al cerro, otras al río. Una de nosotras cocinó torta a la antigua, como cuando era chica, con el manjar casero.
Les cuesto los chistes del grupo de la Escuela y una del grupo contesta:
¿Qué le dijo el ganzo a la ganza?
Venganza
Continuamos hablando de las fiestas patrias, que igual nos dejan cansadas, llegan las visitas, hay que atenderlas y algunas no ayudan.
¿Por qué los cuidados siempre caen en manos de las mujeres?
Porque no se ha acabado el machismo. Se da por hecho que la mujer se maneja en esa situación. Son muy pocos los hombres avispados.
¿Qué podemos hacer para que los cuidados sean visibles?
Más empatía y que se hable de los cuidados.
Aparece en la conversación el tema del cuidado de los padres y de las madres (adultos mayores). Respecto a esto el grupo agrega: ¡Falta tener tino!
Comentan que siempre alguno de los hijos o hijas va a desligarse del cuidado; argumentan que quizás es por miedo a ver el deterioro de los padres/madres, o por inseguridad de hacerlo mal.
Aparece en la conversación el tema de lo descariñado que son muchos hombres, que el rol de los afectos en la casa también es un trabajo a cargo de las mujeres.
La conversación concluye con la pregunta: ¿Quién cuida a los hijos e hijas? La Madre. ¿Quién pone las normas? La madre ¿Quién pone los limites? La madre.
Durante la última sesión todo el grupo bordando su proyecto. Hicimos la lista de toda la agrupación. Hablamos de la salud; la vida de hoy muchas veces es la que causa las enfermedades. La alimentación es chatarra. Estamos viviendo tan acelerados que ese ritmo nos lleva a cocinar con pocos nutrientes. Otro factor que afecta nuestra salud es que muchas veces no hacemos ejercicio. El sedentarismo se ha dado mucho por usar mucha tecnología. La tecnología no es mala, sino que es el uso desmedido de ésta. Nosotros tenemos que manejar la tecnología, no ésta a nosotros.
Mientras bordamos no miramos nuestros teléfonos ¡Eso es bueno! La tecnología (televisión, videojuegos, celulares) impiden que se den las conversaciones cotidianas.
Cerramos nuestra Bitácora hablando de la música, del silencio y de los pájaros. Nos preparamos para tomar tecito porque tenemos hambre.
Agradezco la confianza de las chiquillas, la puntada firme, la sonrisa grande y el corazón contento.
¡Sigan bordando chiquillas!
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